Cuando se
sienten letras como ésta, ardes y ardes de sentimientos; de emociones que te
llegan a lo mas adentro, sobre todo en voz de una niña mayor que se ha
convertido en parte de ti durante veinticuatro horas al día en los últimos tres
meses.
A veces es difícil
de entender, sobre todo por aquellos que de ser parte de la memoria de como
mucho veinte personas entre familia y amigos, que ahora sean recuerdos de
millones, que son la voz, la cara, la imagen y sentimiento de esas personas que
amanecen y anochecen con ellos. Como explicar que se les quiere, como decirles
a sus familias que ahora sus hijos forman parte del patrimonio humano de miles
de desconocidos, siendo ellos lo más conocido.
Sin embargo, lo
que mas me seduce de este Arde de la autora Alba Reig, es su deseo de que se
interprete por esa joven que apenas acaba de nacer y ya pone en su voz
misterios como eso de perder la memoria por placer o quemar el cuento del esclavo
y su rey. Ser interpretado en aquello que deseabas contar en voz de alguien que
no lo ha sentido pero que se esfuerza por devolver el regalo, es otra de las
partes mas sublimes de este acuerdo no escrito entre el creador y el ejecutor
de la obra.
Una canción que
bien merece unas lágrimas antes de que perdamos la memoria por placer.
El bloguero ya
ha llorado hasta la extenuación y el estribillo se le ha introducido como virus
en la piel para hacerle arder.
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