A veces la mejor
de las noticias es la ausencia de noticias, y hoy es uno de esos días en los
que por mucho que me esfuerce, no tengo ni recuerdos relacionados con el
decimosexto día del mes de Augusto. Debe ser en esta circunstancia semejante a
la que narro, cuando los periodistas de los noticieros sacan camisas del baúl
de los recuerdos, o califican como noticia, algo que no es más que un hecho más
de la rutina diaria.
Yo hoy os podría
contar que tengo que alterar mi orden matinal porque he quedado con una persona
por trabajo, y que luego todo volverá a su orden natural. Sin embargo, nunca se
sabe y en cualquier momento puede ocurrir un imprevisto que lo altere todo.
Cada día me cuesta más atender a imprevistos y sé que es una falta, que saber
adaptarse a las circunstancias sin que te alteren es una virtud, se trata de
esa faceta que llaman ser camaleónico y que se me da tan mal últimamente. Tengo
la sensación de que planifico actividades de forma ordinaria y cronometrada
para evitar curiosamente atender a imprevistos, ocupando tiempo y espacio para
impedir su aparición. Desde este momento reconozco que es una lucha perdida de
ante mano, porque algunas cosas circunstanciales de poco calado se pueden
evitar, pero aquellas extraordinarias, o que simplemente precisan de nuestra
atención particular, son inevitables por mucho orden que fijes en tu
existencia.
Este día dieciséis
parece que no va a destacar por nada en especial, pero nunca se sabe; la vida
es un cumulo de cosas inesperadas, de imprevistos que no están a nuestro alcance
dominar y que además son ese color picante que da sentido a la existencia.
El mes empieza a
contarse en días que faltan en lugar de en días que quedan, mala costumbre esta
que se parece mucho a lo de la botella medio llena o medio vacía. Seamos
optimistas y pensemos que aún queda la mitad del camino, que aún restan
historias que contar, y si no las tenemos; las inventamos que para algo tenemos
esa capacidad. #manuylavida
MBS
No hay comentarios:
Publicar un comentario